Demoledor Informe sobre Colillas de Cigarrillo 2022
Introducción a la Transición Energética: hacia un nuevo paradigma
Plásticos de un solo: una mirada integral a la problemática
El plástico es una invención del ser humano que ha generado beneficios significativos para la sociedad, no es inherentemente dañino. Sin embargo, la manera en la que las industrias, los gobiernos y las personas lo manejamos, lo ha convertido en un producto desechable de un solo uso, transformándolo en un desastre ambiental. Por tanto, al momento de caracterizar la problemática de los plásticos es importante destacar que el conflicto comienza con la cultura del descarte y el uso excesivo que hacemos de este material, más que el plástico en sí mismo. El problema no es el material, sino su uso y abuso. Estamos utilizando un material no biodegradable para fabricar productos descartables, que representan un 45% de los plásticos que son utilizados. En cuanto al abuso, se calcula que en Argentina consumimos 42 kg de plástico per cápita. Estamos entre los países con más generación de residuos de América Latina5 y entre los 25 países que más desechos plásticos producen.
Youth4Climate 2021: Final Manifesto
Alerta Humedales: por qué necesitamos una ley nacional
El camino para que un proyecto se convierta en ley
En el presente artículo se explica el proceso de formación y sanción de las leyes, desde la presentación del proyecto de ley en el Congreso de la Nación hasta su publicación en el Boletín Oficial.
En el año de las elecciones de diputados y senadores de la Nación Argentina, resulta imprescindible explicar el paso a paso de cómo se sancionan o modifican las leyes, ya que son ellos los encargados de ejecutar esta tarea. Cabe destacar, que una vez sancionada la ley, el Poder Ejecutivo es el encargado de promulgarla, vetar o aprobar de manera parcial. Ahora bien, previo a ello, es sumamente pertinente destacar algunos conceptos claves. Al respecto, según el Artículo 1° de nuestra Constitución Nacional, Argentina adopta para su gobierno la forma representativa, republicana y federal.
¿Por qué una Ley de Gestión Menstrual Sostenible?
La relación entre las problemáticas de género y la cuestión socioambiental resulta cada vez más evidente. A la hora de pensar e implementar políticas públicas al respecto, es fundamental traer al debate un tema que aún no ocupa el lugar que merece en la agenda legislativa: la sanción de una Ley de Gestión Menstrual Sostenible. A partir de esta discusión podremos ver de manera clara la intersección entre el aspecto social, el económico y el ambiental, reflejada en la experiencia de las personas menstruantes.
Ante este objetivo, el acceso a la información clara y confiable se torna fundamental para conocer y analizar las opciones disponibles de gestión menstrual y así poder tomar una decisión de manera consciente e informada. Un proceso de intercambio abierto a las sociedades permite que temáticas como estas, muchas veces puestas en el lugar de la vergüenza o del tabú, despliegue la posibilidad de debates responsables. El acceso a la información se constituye entonces como una instancia clave para que cada persona menstruante tenga verdadera libertad de elegir cómo vivir su gestión menstrual, basadx en sus deseos y posibilidades.
¿Por qué una Ley de Evaluación de Impacto?
La Educación Ambiental en la Argentina
Argentina tiene una deuda pendiente con la Educación Ambiental (EA). Si bien es cierto que en los últimos años hubo avances en la materia, la realidad es que no son suficientes para enfrentar a la crisis climática y ecológica. Necesitamos que la EA sea una prioridad en la política pública nacional, se formalice y por tanto se garantice en todo el territorio argentino. Aunque todavía no se aprobó una ley nacional de Educación Ambiental, existen leyes nacionales y provinciales que aluden al tema, algunas de las cuales se presentarán a continuación. En primer lugar, se expondrán las leyes nacionales y luego las provinciales. Posteriormente, los proyectos de leyes nacionales de EA que fueron presentados en el Congreso de la Nación durante los últimos años y que perdieron estado parlamentario. Por último, en las consideraciones finales se invita a reflexionar acerca de por qué su aprobación ha sido postergada en nuestro país.
Cambio climático desde una perspectiva de género: cómo se conectan dos de las problemáticas más grandes de nuestro tiempo
La manera en que las personas viven el cambio climático varía dependiendo de la interrelación de múltiples factores: combinando el nivel socioeconómico, el género y la edad obtenemos segmentos de personas con una mayor o menor vulnerabilidad a los impactos de este fenómeno. A lo largo del presente documento abordaremos la relación entre género y crisis climática haciendo foco en la vulnerabilidad socioeconómica de las mujeres y, en estrecha relación, en la importancia de que se garantice su participación efectiva en las instancias de decisión de políticas públicas.
¿Por qué una Ley de Educación Ambiental?
El derecho a la Educación Ambiental (EA) se encuentra consagrado en la Constitución Nacional, en la Ley de Educación Nacional N° 26.206 y en la Ley General del Ambiente N° 25.675. Si bien muchas provincias y municipios han avanzado con su propia legislación y programas en la materia, la existencia de una Ley Nacional que defina a la EA como política de Estado, establezca sus principios y otorgue las herramientas para una implementación articulada en todo el país, continúa siendo una deuda pendiente. A nivel internacional, la meta 4.7 de la Agenda 2030 señala el rumbo, reconociendo su rol crucial para la consecución de todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible por su carácter transversal y naturaleza interdisciplinaria.
En el marco de la crisis social y ecológica actual, es más necesario que nunca que lxs ciudadanxs cuenten con una formación integral en ambiente y desarrollo sostenible.
El bien común y la educación ambiental.
Días atrás recordé una escena de la película La guerra de las galaxias. En ella, miles de delegados planetarios intercambiaban ideas en una especie de Parlamento galáctico. “¿Cómo podrían ponerse de acuerdo? -pensé-, si en casa nos cuesta tanto, aún entre hermanos”.
Causa asombro y admiración imaginar siquiera el funcionamiento de un congreso interestelar, donde cada uno velaría por los intereses de su planeta, con su respectiva forma de gobierno (algunos más democráticos, otros más totalitarios), sus especies amenazadas, sus derechos conquistados -o pisados-, sus religiones, tradiciones, costumbres, gustos y un largo etcétera que incluye las características biológicas, geológicas, energéticas, espirituales y culturales de cada cuerpo celeste.
Desde que tenemos memoria, los seres humanos competimos entre individuos de la misma especie por comida, tierra, agua potable, dinero, amor, poder, religión…
Nos llevamos tarea para el hogar.
Imaginemos un gran salón ocupado por 194 personas de distintas nacionalidades, etnias, culturas, religiones, filosofías, edades -entre otras diferencias-, cuya tarea es “ponerse de acuerdo sobre qué almorzarán al mediodía”.
La consigna, además, incluye las siguientes pautas: (1) solo pueden elegir un almuerzo en común para todos (léase: un solo acuerdo); (2) el mismo debe satisfacer todas las demandas y necesidades (hay carnívoros, vegetarianos, veganos, celíacos, intolerantes a lactosa, frugívoros, quisquillosos, indiferentes, famélicos, etc.); (3) ¿Quién paga la comida? ¿Los que poseen más recursos? ¿Los más pobres? ¿Los altruistas? ¿Todos? ¿Existen beneficios y/o incentivos por pagarla? ¿La solidaridad es un activo o puede jugar en contra?; (4) poseen 90 minutos para tomar una decisión, ya que la prensa y la comunidad global están esperando el resultado.